Separar a los soñadores de los hacedores e ir al nicho

Hace tiempo tengo el objetivo (flashero) de ser un speaker que viaje por el mundo. Si, capaz te parece una pelotudez, pero es mi sueño y si no te gusta andate a cagar.

Pero además de eso, también tengo otro objetivo más terrenal, que es el de trabajar remoto, ganar más plata que en mi trabajo actual y tener horarios flexibles.

Creo que muchos de nosotros tenemos objetivos parecidos, pero en esta reflexión te quiero contar cómo planeo alcanzar esos objetivos. Soñar y hacer son cosas muy distintas.


Tener los objetivos claros (cosa que me costó) me permitió sentarme a pensar en formas de alcanzarlos. En este caso podía buscar que los dos objetivos se cumplan en simultáneo, es decir, generar ingresos de dar charlas, o hacerlos por separado.

Al principio intenté hacer eso, pero no fue para nada bien, no estaba listo, así que empecé a pensar en la posibilidad de separar mi sueño, de la generación de ingresos.

El año pasado hice un ejercicio en un curso que consistía en preguntarle a personas que me conocían o que me seguían por las redes.

¿Qué era lo que valoraban (que tuviese valor económico) de lo que hacía?

El objetivo del ejercicio era identificar aquellas cosas que nos gusta hacer que YA se nos valoran y desarrollarlas.

Este ejercicio es difícil porque muchas veces aquello que se nos valora económicamente no es aquello que queremos que se nos valore.

Las respuestas a la pregunta me sorprendieron:

“Explicás muy bien y de forma muy aterrizada algunos conceptos, temas o ideas, que son complejos”.

“Sos una persona que le busca y le encuentra la vuelta a las cosas”.

“Sos inteligente y tenés capacidad de reflexionar y compartir acerca de tu propio recorrido y el de otros de forma interesante”.

Ninguna me dijo, sos una persona inspiradora 💔.

A pesar de que eso dolió, me sirvió para encontrar un lugar donde trabajar para poder generar valor económico (dado que eso es algo importante para mí) haciendo cosas que también me gustan.

Es decir, trabajar en lo que ya se me valora mientras construyo aquello por lo que quiero ser valorado (conferencias).

Entonces pensé: ¿Qué pasaría si me dedicara a compartir lo que aprendí en temas como emprendimientos, desarrollo personal, arte digital?

Bueno, quizás sea momento de repensar mi marca personal. Volcarme no solo a la parte inspiracional, sino entregar herramientas prácticas para aquellos que tienen el deseo pero no saben cómo, algo que me siento capacitado para hacer.

Quizás de esa forma, aportando valor real a otros, pueda cumplir mis propios objetivos. 

Me parece una linda ecuación, veremos cómo sale.


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