Cómo los pequeños desvíos en el camino pueden llevarnos a lugares completamente diferentes.

Hace unos años charlando con un amigo que es fanático de la navegación, él me contó una historia que yo encontré apasionante y que me sirvió como analogía acerca de cómo una persona puede transformar su realidad y la de otros a través de pequeñas acciones.


Aparentemente cuando un barco traza ruta de un punto A a un punto B, si quiere llegar a destino, debe que estar muy atento en el camino a los pequeños desvíos, porque esos pequeños desvíos pueden llevarlo a un lugar completamente distinto del destino original.


Unos pocos cambios en la navegación, en apariencia irrelevantes e infinitesimales a lo largo de un viaje, pueden marcar la diferencia entre terminar en Brasil o terminar en Japón.


Me gustó mucho la analogía porque creo que en la vida de una persona que logró cambiar su realidad hubo durante ese recorrido, al menos uno, de estos desvíos imperceptibles.


A esos desvíos me gusta llamarles: Puntos de quiebre.


Y creo que son momentos fundacionales en la vida de las personas, momentos que terminan haciendo la diferencia.


Después descubrí que esos desvíos pueden ser generados por las personas (propios), por algún evento no deseado (como un despido) o por algún agente externo (descubrir una oportunidad nueva).


Y que es justamente en los casos personales, es decir, donde es la persona la que decide romper un patrón y tomar un camino alternativo, donde esos puntos de quiebre son prácticamente invisibles.


Es decir que una acción que no te parece nada del otro mundo puede ser justamente la que determine un enorme cambio a futuro.


No se trata del tamaño de la acción, sino de la dirección de la misma. Una acción chiquita en una dirección diferente es mucha más importante que una enorme acción en la misma dirección.


¿No te parece increíble que un cambio gigantesco en tu futuro esté determinado por una acción que de ninguna manera se diferenciaría de muchas otras acciones cotidianas que realizás todos los días?


Bueno, a mí sí, y fue tan así que hasta desarrollé una conferencia hablando del tema. Una conferencia donde además de contar acerca de esta idea, también comparto mucho de mi propio recorrido y mi relación personal con este concepto.


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