La cultura del esfuerzo es una mentira

La cultura del esfuerzo es una mentira, y el que piense lo contrario que escuche esto:

Entre los 0 y los 7 años de edad las personas tomamos conciencia y aprendemos la mayoría de las creencias que nos van a acompañar durante toda la vida.

De chicos absorbemos como esponjas todo aquello que vemos a nuestro alrededor, y nos lo llevamos para siempre.

Bueno, en esos años yo estaba viviendo en una villa, jugando en las calles de tierra con mis amigos en un barrio humilde de los tantos que siempre existieron y que lamentablemente todavía existen a lo largo de Argentina.

Lo que vi a mi alrededor en ese momento y que me marcó para toda la vida fue esto:

Muchas personas rompiéndose el culo de sol a sol, que dejaban sus casas muy temprano para volver muy tarde, todo para ganar apenas lo necesario para poder sobrevivir.

No había viajes, no había salidas a comer afuera, no había ropa cara, no había nada de eso, lo único que había era trabajo, mucho trabajo.

A la vez, escuchaba de esas mismas personas cosas como:

“Nene, si querés ser alguien en la vida tenés que romperte el lomo, porque se sale adelante laburando”.

No se por qué pero siempre le desconfié a esa frase, y fue curioso porque con el pasar de los años, pude atestiguar con mis propios ojos como la gran mayoría de las personas que defendían esas ideas, nunca consiguieron salir adelante.

Lo único que consiguieron fue una vida donde tuvieron que trabajar hasta el último respiro, y donde las secuelas de ponerle el cuerpo al trabajo tantos años, les impidió disfrutar de sus últimos días de una forma digna.

La gente se moría trabajando sin conocer nunca ese éxito que tanto defendieron durante toda su vida.

Nos mintieron, nos chamuyaron, alguien nos vendió un buzón y nosotros inocentemente lo creímos.

¿O será que en realidad nos mentimos a nosotros mismos porque eso nos hacía más soportable una vida de sacrificios?

No lo se. Quizás sean las dos cosas. Quizás ninguna. Qué se yo.

Pero lo que más me sorprende es que después de 30 años poco cambió en el imaginario colectivo. Porque sigo escuchando la misma idea por todas partes. La misma narrativa que escuchaba de chico en mi barrio:

“Si no estás triunfando en la vida es porque no te estás rompiendo el culo todo lo que deberías”.

Y te voy a contar por qué esta idea me parece ridícula a riesgo de que me putee un montón de gente, como ya lo vienen haciendo en mis otras redes. No me importa, alguien lo tiene que decir de una vez, así que ahí va:

Si te parás por un momento a mirar esta creencia que está tan instalada y tan fogoneada por los medios, los libros de auto-ayuda y la política te vas a dar cuenta muy rápido de que las personas que prosperan en esta sociedad no son las que más se esfuerzan.

Me parece hasta una obviedad tener que aclarar esto pero:

Hay personas que se pueden esforzar hasta sudar sangre y nunca van a llegar a vivir la vida que otras personas, que se esfuerzan mucho menos, disfrutan tan naturalmente.

Al momento en el que escribo esto estoy sentado en un café en Buenos Aires y veo entrar a un pibe vendiendo medias (o soquetes como le dicen en otros países). Y se que ese pibe camina la calle todo el día para ganar apenas un pequeño porcentaje de lo que yo puedo llegar a ganar escribiendo, o armando talleres, o dando conferencias.

Es decir, el se esfuerza muchísimo más que yo, pero a mi me va mucho mejor que a él.

Y alguno dirá, pero pará, escribir es un esfuerzo, y es cierto, lo es, a mi me cuesta mucho. Pero no es el mismo tipo de esfuerzo.

No es lo mismo el esfuerzo de un albañil que el de un programador.

No es lo mismo el esfuerzo de una empleada doméstica que el de un escritor.

No es lo mismo el esfuerzo de un barrendero que el de un emprendedor tecnológico.

¡No es lo mismo!

Entonces no podemos hablar livianamente de esfuerzo como si abarcara a todos los tipos posibles.

Perdón pero, al menos para mi, decir que a mi me va mejor que a los otros porque me esfuerzo más, mientras que hay personas matándose para poder llevar un mango a la casa, me parece de una falta de conciencia social gravísima.

Hay que vivir en una burbuja muy chiquita y muy cerrada para pensar eso. Lamentablemente se que hay muchas personas que todavía lo creen. Son los mismos que van a entrar acá a putearme, estoy seguro.

Así que cuando esas personas me dicen:

“Para que te vaya bien en la vida tenés que esforzarte más” Yo digo… Y… Depende…

¿Esforzarse en qué? Porque además de que no todos los esfuerzos son iguales, tampoco se recompensan de la misma forma.

Y si un amigo en un asado me contara que tiene ganas de salir adelante pero no sabe cómo hacer.

Yo jamás le diría que redoble el esfuerzo.

Sino que intentaría que entendiera lo mismo que me gustaría que entendieras vos, empezando por esto:

A nadie le importa tu esfuerzo.

Tu esfuerzo, no le importa absolutamente a nadie.

Ya se que que puede sonar chocante, porque nos han bombardeado una vida entera con la idea de que el esfuerzo es el valor más importante de todos, que así nos volvemos dignos, y ojo no digo que no sea valioso, es muy valorable una persona que se esfuerza por algo que le importa mucho.

Pero bajo la lógica capitalista, si tu objetivo es progresar, el esfuerzo no es un valor que se recompense por sí mismo, te podés esforzar toda la vida en algunos trabajos y ganar muy, muy poco. De hecho es la realidad de la mayoría de las personas.

No funciona de esa forma.

Si de verdad querés progresar, si de verdad querés salir adelante, si de verdad querés que se te pague no solo para subsistir, sino para vivir una buena vida y por qué no prosperar.

Entonces vas a tener que cambiar el foco y concentrarte en lo único que en esta sociedad te va a hacer crecer.

Entregar un resultado a un grupo de personas que se valore lo suficiente como para que estén dispuestas a pagarte muy bien por eso.

No busques fórmulas raras. Es eso.

Así es como vas poder progresar.

Desarrollando habilidades, productos o servicios, que no se encuentren tan fácilmente y que por eso otras personas quieran abrirte la billetera.

Cómo llegues a desarrollarlas, no le importa a nadie.

Si vas a buscar trabajo a nadie le importa el esfuerzo que te tomó tener el título.

Si vas al supermercado a elegir un producto de la góndola, nadie pregunta cuánto esfuerzo tomó producirlo.

Si querés vender entradas para tu show de stand-up a nadie le importa cuánto esfuerzo te costó aprender a hacer reir a la gente.

Vivimos en una sociedad resultadista.

El resultado es lo único que importa.

Por eso el esfuerzo es una condición necesaria, pero no es suficiente.

Ahora, si tu esfuerzo lo ponés al servicio de desarrollar eso que otras personas van a valorar entonces ahí la cosa cambia.

Hay un dicho popular en Argentina que dice que si querés que te vaya bien, tenés que agarrar la pala.

Pero justamente yo creo esta es la época en la que hay que dejar de hacerlo, es la época donde hay que soltar la pala de una vez, para agarrar la compu y los libros.

Porque en esta era de tecnología y acceso a la información, se recompensa muchísimo mejor a aquellos que ponen más la cabeza y menos el cuerpo a las cosas que hacen (a excepción de un grupo de deportistas y los que venden only fans).

El abanico de cosas que se pueden hacer hoy en enorme, y nos abrió muchas áreas de oportunidades, oportunidades que por años se nos negaron a los de abajo, oportunidades que aunque todavía no las puedas ver están ahí.

Oportunidades que otras personas mucho menos inteligentes que vos y que no creen que hay que sudar sangre para que les vaya bien ya están aprovechando.

Es verdad, si te seguís esforzando en dónde estás seguramente te vaya un poco mejor, alguna hora extra, algún premio de vez en cuando, más trabajos, no digo que no sea algo bueno. Lo es.

Pero si vos no estás buscando que te vaya un poco mejor sino que lo que estás buscando es que te vaya mucho mejor, y si sentís que por más que te esforzás y te esforzás siempre estás en el mismo lugar…

Creo que es momento de empezar a buscar un lugar diferente donde poner ese esfuerzo, para que se te recompense como vos te merecés.

No es fácil cambiar, lo se, pero si no lo hacés nadie lo va a hacer por vos, y si le metés no tengo dudas de que lo vas a lograr, yo te juro que no es para genios.

Creé en tus capacidades. Creé en que podés desarrollarte. Creé en que podés hacer algo diferente.

Tenés todo lo que se necesita, solamente estás mal direccionado porque nunca nadie antes te contó todo esto y porque creciste abrazando las ideas equivocadas. No tiene que ser así. Existe una vida diferente.

No te compres el cuento que otros necesitan que te creas para poder aprovecharse de vos.

No sigas corriendo en la rueda del hamster deseando que mágicamente un día las cosas cambien porque eso no va a pasar.

Cambiá el lugar donde invertís tu esfuerzo, apostá por vos mismo, no seas cómplice de tu propia esclavitud.


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